Después del magnífico Testimonio que le da El Santo Arcángel Gabriel (Lc.1.36-37) a La Virgen κεχαριτωμενη, Ella, tras reconocer su pequeñez en su inmensísima humildad, la cual le lleva a reconocerse «Esclava Del Señor», (a su servicio), Ella asiente a los planes de Dios para con Ella y para con todo El Pueblo De Dios, diciendo al Arcángel y con ello al mismísimo Dios que habla a través de Él:
«Yo soy la servidora del Señor,
que se cumpla en mí lo que Has dicho».Y entonces, el Arcángel se retiró.
(Lc.1.38).
Por eso Ella es La «ευλογημενη συ εν γυναιξιν» (La «Bendita Entre Todas Las Mujeres») (Lc.1.42), a quien felicitarán todas las generaciones (Lc.1.48), por que Dios la ha bendecido con acto tan sublime como es el de hacerla ser la Madre Del Señor (Lc.1.43).
Este es un hecho que no ha dejado indiferente a la humanidad. Incluso el calendario que hoy usamos, es referente a los años de Reinado de Jesucristo.
Nótese que en el primer año del calendario se sitúa Su Concepción.
Queremos recordarlo, y Proclamamos el Saludo Angelical diciendo, «Dios Te Salve María, Llena Eres De Gracia, El Señor Está Contigo»…