Perdonen sin excavar demasiado en las confesiones

Perdonen sin excavar demasiado en las confesiones.

(Papa Francisco I a los Sacerdotes, Encuentro Mundial De Las Familias, Dublín, Irlanda, 25/08/2018)

Al visitar un centro de padres capuchinos de ayuda a familias sin techo en Irlanda, el Papa Francisco hizo un llamado a los sacerdotes a ser cercanos y perdonar sin “preguntar demasiado” en las confesiones.

 

A todo esto, mi madre me ha dicho que no vuele. Y, aunque mi abuelo sea «El Gorriato De Mérida», no recibió tal mote por volar. Yo tampoco tengo esa habilidad, y estoy convencido de que ella lo sabe con gran precisión.

¿Pudiera ser que no haya querido decir que no levite, es decir, que deje de hacer aquello que no hago?

Pues sí. Con toda seguridad. Lo creo firmemente.
Volar podría ser sinónimo de ir muy rápido, pero tampoco entiendo que hable necesariamente de la velocidad de movimiento en el plano espaciotemporal.

 

De la misma manera, aquí y ahora confieso creer, que el Papa no va diciendo a los Sacerdotes que dejen de hacer lo que no hacen, sino que habla de algo que sí hacen:
Excavar en las confesiones.

Pero, ¿en qué confesiones?
¿Será en las que estos Sacerdotes escuchan, o más bien en las ajenas?

 

Lógicamente lógico. Sí. Es evidente que el papa les está diciendo que no se metan en lo que no les importa;
Muy probablemente tal vez, muy posiblemente Quizás, en lo que se ha pronunciado con la expresión,
sobre este asunto no voy a decir ni una palabra.

Blanco, en botella, y etiquetado con el nombre de una fábrica de procesado de productos lácteos…
¿Será leche?

 

Si fuera Secreto De Confesión, y el Papa se pronunciara afirmando lo que ante ustedes sospecho, ya estaría desvelándolo; (¿Blanco?)
Por lo tanto, símplemente no ha dicho lo que no ha dicho, ha callado lo que no ha hablado, y nadie ha de dejar de hacer lo que no hace. (¡Blanco!)

 

Veamos lo que hay que ver o hacerse ver:
Hay muchos quienes, que piden que deponga la Silla Petrina por encubrimiento. (¿En botella?)
¡Insensato! ¿A caso en lugar de encubrirte le dice a la señorita que se sienta en el banco de por delante de tus narices, el Cura al que se lo acabas de confesar, que has mirado con calenturiento deseo la parte de su espalda donde las piernas pierden su casto nombre? (¡En Botella!)
¿Le pedirás a ese Sacerdote responsabilidades por encubrirte a ti? (¿Etiquetado?)

¿Tu pecado es menor? No. No me lo cuentes:
Pero… Sí. Cuéntatelo y hazte consciente. (¡Etiquetado!)

 

Por favor, o por lo que quieras…

¡Por Caridad, Caridad!

 

Y ahora ustedes, Curas:
«Perdonen sin excavar demasiado en las confesiones»;
Es decir: Perdónenle, pero no excaven en las confesiones que ha oído.
Perdonen, dejen de “preguntar demasiado”.

 

Insiiisto (y van 3): ¿No estaremos siendo tontos útiles al servicio de nuestros enemigos?

 

Pero como yo soy menos diplomático que el Papa, lo diré a mi modo, y, por supuesto, no sólo a los Sacerdotes, que de hecho, son los más prudentes (Para los hipersensibles el artículo acaba en esta misma línea):
Dejen de excavar la mierda, que huele. (Y para el resto, en esta)