2º Mandamiento
- NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
- «No pronunciarás en vano el nombre del Señor, Tu Dios, porque ÉL no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano» (Deut.5.11 == Ex.20.7).
- Se respeta la santidad del Nombre de Dios invocándolo, bendiciéndole, alabándole y glorificándole. Ha de evitarse, por tanto, el abuso de apelar al Nombre de Dios para justificar un crimen, y todo uso inconveniente de su Nombre, como la blasfemia, que por su misma naturaleza es un pecado grave; La imprecación y la infidelidad a las promesas hechas en nombre de Dios. (CCIC, 447).
- En cuanto al juramento, Dios da las siguientes instrupciones: «Cuando un hombre hace un voto al Señor o se impone una obligación bajo juramento, no deberá faltar a su palabra: Es preciso que haga exactamente lo que ha prometido» (Num.30.3); pero para con la mujer, para protejerla, ver los versículos siguientes al citado. Pero, en esto es progresivo; Más tarde dice: «Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: «No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor». Pero yo les digo que no juren de ningún modo: Ni por El Cielo, porque es El Trono De Dios; Ni por La Tierra, porque es el Estrado De Sus Pies; Ni por Jerusalén, porque es la Ciudad Del Gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno» (Mt.5.33-37).
- Este mandamiento también es relativo a las cosas y personas sagradas: «No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos» (Mt.7.6).
Este es el capítulo 9º de la Serie «Definiciones Cristianas Básicas», 11ª entrega.