la justa denuncia profética de este tiempo de oeste viento.
¡Silencio!
Que si dice y no responde, o responde sin decir.
Que si el rey tiene y la infanta no: que extraña coincidencia.
Que si el coronavirus es real, o acaso de la realeza.
Que sí, que lo digo yo; me da en la nariz.
Hagan lío, está mandado. Que si te pasas de la raya, ya se sabrá, -afirma en el avión su Santidad, ante no sé quién, ni el porqué, ni el para qué-.
Que la carta viene sin firmar por un error sin mala fe. «Esto sí puedes decir que te lo he dicho yo», afirma; ¿y si no lo hubiese narrado qué habrías de hacer…? Adivina adivinanza, ¿qué tiene el rey en la panza?
¡Que te calles! ¡No difames!
¡que es la era de la comunicación, y de los desmanes!
Que no es así ni al contrario, ni tan parecido, ni está tan errado.
Que todos lo saben todo, que listo somos: Que esta es la prueba, y nadie sabe nada, yo tampoco: y si lo sabes, es que no sabes nada.
Es el signo profético de esta edad: Que si te callas hablarán las piedras. ¿Por qué no te callas?
Que te enteres
El gran gesto profético es no hacer nada.
- Si eres coherente con tu FÉ; cuidado, fanático religioso, que tú has de estar callado.
- Si tu FÉ es aquel cuento que sin creerte abanderas: haz lío, mucho lío, no te sientas excluido.
- Si eres agnóstico, protestante o ateo, (no puedo decir ignorante no se ofenda nadie), ven a la Iglesia a traernos aires nuevos y nosequé más;
- pero si quieres que la iglesia procese «lo que nos ha sido transmitido de viva voz o por cartas», apártate o te apartarán, y como te resistas, por tu bien te misericordiarán.
Discerniendo espíritus, que hoy celebramos San Ignacio De Loyola, va a ser que me quedo con el cinquillo, aunque lo mínimo indispensable, camino seguro para el crecimiento en el amor a Dios y al Prójimo, resumen de la Santa Ley: Misa, Confesión, Comunión, Ayuno y abstinencia, y, ayuda a La Iglesia.
¿Que es poco dices? ¡Si a duras penas a esto alcanzo! Si conocieras cuanto en tan poco fallo…